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“Sembrar pensando a quién le vamos a vender”: la filosofía de una empresa que crece desde el NOA

Fuente: Infocampo 26/06/2025 19:25:18 hs

Surfood es una de las compañías que forma parte del conglomerado de Familia Crestón, un grupo especializado en la producción y comercialización de legumbres y specialities. Desde Salta, conecta y tiene presencia en el mercado asiático.

Santiago De San Román, socio fundador de Familia Crestón, una empresa líder en la agroindustria con fuerte anclaje en el noroeste argentino (NOA), compartió recientemente su visión sobre el presente y futuro del sector en las Jornadas de Actualización Técnica de Legumbres en Salta.

La compañía, que abarca desde la producción primaria hasta la colocación de sus productos en las mesas de Europa y Asia, se destaca por su foco en las especialidades y una estrategia de integración vertical.

“Empezamos desde la producción hasta poner en una mesa o en un frasco de vidrio o en una cadena de supermercados en Europa o en Asia nuestros productos”, explica De San Román, resumiendo la filosofía de Surfood, el grupo de empresas al que pertenece Familia Crestón.

Para lograrlo, han desarrollado una estructura robusta que incluye Barracón, una firma con 15 años de trayectoria dedicada a proveer insumos a la producción agropecuaria. Además, cuentan con dos plantas de procesamiento, una en Las Lajitas y otra en Metán, desde donde distribuyen tanto a mercados externos como internos.

Dentro de su portafolio de especialidades, los porotos ocupan un lugar central, aunque también han incorporado productos como el sésamo y la chía.

Actualmente, el poroto mungo es uno de sus principales focos, con un destino primordial en el mercado asiático, donde Familia Crestón posee una oficina comercial.

“En los últimos años los productos han dado muy buen resultado y el mercado tiene una dimensión muy interesante como para seguir apostando a eso”, afirma el empresario.

EL CLIMA: FACTOR CRÍTICO Y VISIÓN A FUTURO

El impacto del clima es una preocupación constante para el sector. De San Román no dudó en señalar las altas temperaturas como un factor determinante que está redefiniendo las estrategias de producción.

“El factor crítico nos está cambiando la manera de producir: las altas temperaturas están condicionando mucho”, enfatizó. A pesar de las recientes lluvias que complicaron la cosecha y el haber sorteado las heladas, este año no ha sido sencillo, aunque dista del “crítico” año anterior.

 

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Mirando hacia adelante, la visión de Familia Crestón para la producción de especialidades en el NOA es clara: “Tiene que ser totalmente diseñada de entrada, súper integrada y para eso tenemos que sembrar pensando a quién le vamos a vender. Si sembramos porque tenemos semilla, porque nos sobró semilla el año pasado, porque el vecino tiene semilla, creo que empezamos mal”, sentenció De San Román, subrayando la necesidad de una planificación estratégica y orientada al mercado.

MERCADOS, GENÉTICA Y TECNOLOGÍA

La adaptación a las demandas del mercado es otro de los pilares de la empresa. Según De San Román, para que sus productos sean requeridos, es fundamental ajustar la calidad a las especificaciones de cada mercado.

“Mientras estemos en esa línea, nuestros productos van a ser demandados. De esa manera estamos trabajando”, explicó. Con una fuerte presencia en Asia y Europa, la compañía analiza continuamente qué demandan y qué pueden producir de manera rentable.

En este contexto, la genética adquiere un rol protagónico. “No hay manera de producir una especialidad hoy si no partimos de una muy buena genética”, afirmó.

Pero el objetivo no es solo lograr más kilos por hectárea, sino que la genética brinde un producto que responda a las necesidades específicas de los mercados. Como ejemplo, mencionó la demanda europea de un poroto colorado dark con alta hidratación y que no decolore.

Asimismo, de la mano de la genética, la tecnología se vuelve indispensable. Los mercados internacionales exigen cada vez más altos estándares sanitarios, lo que obliga a reducir el uso de agroquímicos.

“Si usamos menos agroquímicos, podemos venderle al mundo más productos con incidencias bajas ena fitosanitarios, que para lograrlo no tenemos otra que usar la tecnología”, sostuvo. De lo contrario, se corre el riesgo de quedar fuera de mercados altamente demandantes en baja tolerancia a fitosanitarios.

La eficiencia también es clave, especialmente en el uso de los recursos humanos, que se ven potenciados por la tecnificación y la inteligencia artificial. Sin embargo, De San Román hizo un llamado a una reforma pendiente: “La gran reforma que nos está faltando y en la que necesitamos que nos ayude este gobierno  es en la impositiva”.

Finalmente, el socio fundador de Familia Crestón enfatizó la necesidad de una mayor integración entre todos los actores de la cadena productiva en los próximos años, como un factor clave para el éxito del sector.

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