En las Islas de las Lechiguanas, Analía navega entre sus dos pasiones: la ganadería y el transporte fluvial
En un nuevo episodio de “Ellas: Un mate, una historia”, Analía Esperón relata su particular experiencia como productora y capitana de un barco ganadero en el Delta del Paraná. Su visión sobre el agro y su apuesta por el bienestar animal.
“Me gusta la ganadería y el tema del transporte fluvial, son las dos pasiones que se unen en mí”, afirma Analía Esperón, cuando aborda su historia familiar y productiva, ligada a la cría y engorde de hacienda, y a su traslado a través de barcos por el Delta del Paraná.
Su abuelo era capitán de un “barco-jaula” para transportar animales por las islas, su padre siguió el legado y ahora ella también se distingue por ser capitana y transitar diariamente por la zona de las Islas de las Lechiguanas, en la zona de Gualeguay (Entre Ríos).
Y en el otro lado de su árbol genealógico, su madre era productora ganadera y también recibió su herencia, que lleva adelante no solo en las islas sino también en un campo en el partido de Leandro N. Alem, en Buenos Aires.
Todo esto, con una premisa que no negocia: el bienestar animal. Y en lo que es el transporte fluvial, con la incertidumbre de vivir “de crisis en crisis” en lo climático: cuando no son los incendios, son las inundaciones. “He navegado por callejones de fuego”, cuenta.
Además, amalgama estas actividades productivas con un rol dirigencial –es delegada de la Sociedad Rural Argentina (SRA) en San Nicolás–, desde el que busca hacer más visible el rol fundamental del agro y recuperar el arraigo.
Su día a día y su visión sobre la realidad actual se puede ver y escuchar en esta nueva entrega de “Ellas: Un mate, una historia”, en la que Analía es la protagonista.
