A solo cinco días de que venza la rebaja de alícuotas de retenciones, se multiplican las voces del ruralismo que reclaman al Gobierno que el beneficio continúe. Las quejas llegaron ahora desde entidades de la Mesa de Enlace
El próximo lunes 30 de junio es el plazo establecido para que deje de regir la rebaja de alícuotas que está vigente desde fines de enero para las retenciones a soja, maíz, girasol, sorgo, trigo y cebada.
Si bien desde un principio la medida fue anunciada como temporaria, desde el campo consideran que es clave su continuidad para mejorar una situación de rentabilidad crítica que sufre el sector, ante los muy malos precios internacionales de los granos.
Hasta ahora, el Gobierno solo cedió para prorrogar su vigencia en el caso de trigo y cebada hasta el 31 de marzo del año próximo, pero no para los granos gruesos que se están terminando de cosechar, y que se comenzarán a sembrar en el ciclo 2025/26 a partir de septiembre.
Por eso, en las últimas horas han llovido los comunicados de entidades rurales que expresan fuertes reclamos en contra del Gobierno nacional, por no continuar con esta política, enrostrándole que no solo la reducción, sino también la eliminación de los derechos de exportación, fueron promesas de campaña.
RETENCIONES: “CONSECUENCIAS REGRESIVAS”
La novedad al respecto en las últimas horas es que comenzaron a expresar su posición entidades que forman parte de la Mesa de Enlace nacional.
Hasta ahora, las críticas habían venido de sociedades rurales de base o de confederaciones de segundo grado, pero no desde las entidades “madre”.
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En primer término, la Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) manifestó su preocupación “ante la continuidad y el impacto negativo que tendrá restablecer los Derechos de Exportación (retenciones) aplicados a los granos, en un contexto productivo extremadamente adverso”.
Si bien CRA dijo reconocer “los avances del actual Gobierno en el ordenamiento de una economía que venía profundamente distorsionada”, también enrostró que “el campo ha hecho su aporte: produciendo más y mejor, con el compromiso histórico de fortalecer las exportaciones y dinamizar las economías regionales”.
“Sin embargo, el escenario actual -caracterizado por precios internacionales en baja, costos internos elevados y márgenes de rentabilidad mínimos o nulos- exige medidas urgentes y concretas”, continuó la entidad que preside Carlos Castagnani.
Y justificó que “lejos de generar los ingresos esperados, las retenciones están provocando consecuencias regresivas para toda la cadena de valor agroindustrial”.
Entre esos perjuicios, CRA enumeró:
- Desincentivo a la inversión en tecnología, infraestructura y mejoras productivas.
- Reducción de los niveles de producción y competitividad, que dejaría a algunos productores fuera de su actividad.
- Pérdida de empleos directos e indirectos, especialmente en el interior del país.
- Caída en la recaudación fiscal, por la menor actividad económica del sector.
“Por todo lo expuesto, solicitamos al Poder Ejecutivo una revisión urgente de la política de retenciones aplicadas a los granos, con el objetivo de trazar un camino de desarrollo sostenible para el agro argentino”, agregó CRA.
A su vez, reafirmó su disposición al “diálogo serio y constructivo entre el sector público y privado, para encontrar soluciones que garanticen previsibilidad, alienten la inversión y aseguren el crecimiento de un sector clave para el futuro del país”.
RETENCIONES: “GENERA SUMA PREOCUPACIÓN Y DESIGUALDAD”
En similar sintonía, la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro) recordó que sostiene y propone un cambio en el actual modelo impositivo, y que en ese marco han mantenido reuniones y participado de numerosos proyectos desde hace varios años con diferentes gestiones de gobierno.
“Entendemos que la finalización de la rebaja en los DEX (Derechos de Exportación) genera suma preocupación y desigualdad en todo el campo, teniendo presente que la medida fue tomada en el medio de procesos productivos y que muchos de ellos se encuentran inconclusos al 30 de junio próximo”, advirtió la entidad que conduce Lucas Magnano.
Y amplió: “En este marco, estamos solicitando al Gobierno Nacional que, con la premura que requieren los tiempos, se tomen las medidas apropiadas, para corregir esta desigualdad que va a generar la caída de la rebaja en dichos DEX”.
Coninagro mencionó que podría incorporar muchos datos sobre los recursos aportados por el campo a las arcas de las distintas administraciones nacionales, pero remarcó que no quiere “quedar prisioneros en discursos estancos poco conducentes”.
“Estamos frente a un contexto complejo para el productor donde viene recalculando su negocio, su inversión y costos. Entendemos que se han realizado importantes avances en la macroeconomía y la baja de inflación, pero también estamos seguros de que el campo necesita políticas a largo plazo para producir más y mejor”, añadió.
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Por último, disparó: “Quienes formamos parte del campo, solo deseamos tener la libertad y rentabilidad necesaria para llevar adelante nuestros procesos productivos tendientes al desarrollo tecnológico actual. Para eso solo necesitamos la certeza de poder tener reglas lo suficientemente claras y duraderas, para lograr la previsibilidad que requerimos como productores agropecuarios”.
RETENCIONES: “EXIGUO Y MEDIOCRE ALIVIO FISCAL”
En tanto, la Sociedad Rural Argentina (SRA) no emitió aún opinión desde su conducción nacional, pero sugestivamente dejó trascender por sus vías de comunicación oficiales el comunicado que emitió el Distrito 4, correspondiente a Córdoba.
El mismo, escrito en duros términos, subraya que el “alivio fiscal” de la rebaja de retenciones temporal fue “exiguo y mediocre”, y ocurrió mientras “el agro sigue esperando decisiones de fondo que, de una vez por todas, atiendan los graves problemas de competitividad”.
“Problemas cuya raíz principal son los Derechos de Exportación (DEX). Este impuesto ha desaprovechado inmejorables oportunidades que el mundo ofrecía a la Argentina, generando un inevitable retraso tecnológico y productivo en el agro nacional, a pesar de los enormes esfuerzos de los productores por mantenerse a la vanguardia y sostener el motor del sector”, enfatizó el Distrito 4 de la SRA.
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También remarcó que “la presión fiscal asfixiante, inequitativa e injusta no solo ha golpeado a las empresas agropecuarias: el daño también alcanza a las regiones, pueblos y provincias donde la cadena agroindustrial define el desarrollo, el empleo y la calidad de vida de quienes apostamos por el interior del país”.
“No hay más margen para medidas discrecionales de corto alcance, que solo profundizan la incertidumbre y la desazón. Es imprescindible avanzar hacia medidas estructurales, y en un plazo inmediato, eliminar por completo los DEX”, apuntó el Distrito cordobés de la SRA.
“En 2023, el consenso era unánime: las retenciones son un robo. Hoy, lo que también queda claro es que fue el propio Gobierno Nacional el que no cumplió su compromiso asumido ante la sociedad y ante el sector productivo, bajo el argumento de cargarnos con la responsabilidad de sostener las variables macroeconómicas del plan”, sentenció.
Y concluyó: “Un argumento que no resulta válido, ya que dichas variables no se vieron afectadas entre enero y la actualidad. Por eso, decimos que ha llegado la hora del campo. La hora del interior del interior”.
RETENCIONES: QUEJAS PROVINCIALES
Desde CARBAP valoramos los avances logrados en materia de reducción y eliminación de retenciones en algunas actividades. Sabemos que este gobierno no fue el que las implementó, pero también recordamos que el presidente Javier Milei calificó públicamente a los derechos de exportación como “un robo”, definición que compartimos plenamente y que alimentó la esperanza de una eliminación definitiva de estos tributos distorsivos.
Por ello, en pos de esa esperanza, instamos al Gobierno Nacional a honrar los compromisos asumidos durante la campaña electoral, trazando con urgencia un camino claro hacia la eliminación total de los derechos de exportación, y fortaleciendo al agro como verdadero motor del desarrollo nacional que devolvera con mas produccion e inversion, para tener un legitimo equilibrio fiscal, sin dependencia de los Dex.
Cartez
Volver al fracaso no es la solución
Estupor, preocupación y rechazo; Eso genera la decisión de avanzar con la suba de los Derechos de Exportación.
El Gobierno ha ratificado su inminente incremento, en un gesto de ruptura hacia el sector agropecuario; un sector que en su momento acompañó la promesa de eliminarlas.
Esta decisión de volver a incrementarlas es más que inoportuna; con precios internacionales a la baja, insumos y servicios con precios en alza y cargas impositivas – nacionales, provinciales y municipales – que agobian, el aumento en los derechos de exportación amenaza muy seriamente la sustentabilidad del negocio agropecuario. Y con ella, pone en riesgo la economía no solo de los productores, sino de los pueblos y ciudades de la región productiva.
Y así, a pesar de que el aumento de los impuestos no es el camino de la solución, el Gobierno ha decidido continuar apropiándose de la producción agrícola mientras pregona libertad.
Es necesario retomar las ideas y el espíritu que fundaron los inicios de este Gobierno. Es necesario no poner a prueba, permanentemente, la eficacia, competitividad y capacidad de superación del sector agropecuario. La igualdad, aliada inescindible de la libertad, debe ser total: con el mundo y con los demás sectores productivos del país.
Es época de planificación para la próxima campaña 2025/2026, y es por eso, que la decisión del Gobierno, marcará decisivamente el próximo año productivo.
NO INCREMENTAR (y ni que hablar BAJAR) los Derechos de Exportación, permitirá aplicar en su máxima expresión la tecnología disponible, y lograr así rindes que beneficien a los productores, a sus pueblos y ciudades, y al País en su conjunto.
Las decisiones que uno toma en la producción agropecuaria, por la idiosincrasia de la misma, no se revierten de un día para el otro; Y es por eso, que apelamos a otra parte del mensaje de campaña: “No se pueden esperar resultados diferentes haciendo siempre lo mismo”.
La palabra empeñada, por lo menos para muchísima gente en esta querida Argentina, a pesar de todo sigue siendo el capital más importante.
Coninagro Córdoba
Que la libertad también nos alcance
CONINAGRO Córdoba, en representación de las cooperativas agropecuarias y productores asociados, expresa su profunda preocupación ante el inminente vencimiento de la resolución que fijaba la baja temporal de retenciones. La finalización de esta medida el 30 de junio representa un nuevo y severo golpe al corazón productivo del país.
La metáfora es clara: no se puede salvar un barco destruyendo sus botes salvavidas. La política de derechos de exportación ha demostrado ser una herramienta distorsiva e inequitativa, perjudicial para quienes producen.
No pedimos privilegios, sino reglas justas. Es inaceptable que se penalice con impuestos a quienes generan divisas genuinas y se grave el esfuerzo del campo argentino.
No se puede hablar de libertad si el sector agropecuario sigue siendo el único obligado a pagar por exportar, ni exigir competitividad global con impuestos internos que duplican o triplican los costos de producción.
La situación es crítica, especialmente para el más del 70% de la superficie sembrada en tierras alquiladas. La estructura de costos actual, sumada al atraso cambiario y la presión impositiva, hace que la producción no sea rentable. El resultado es la desaparición de productores, lo que socava el desarrollo federal y la generación de divisas.
CONINAGRO Córdoba insta al Gobierno Nacional y provinciales a comprender la magnitud del riesgo. La competitividad no solo implica eliminar retenciones, sino también mejorar infraestructura, reducir costos logísticos y revisar la carga tributaria general. Se trata de permitir que el campo sea el motor de un verdadero desarrollo.
Al Presidente, que invoca la libertad, se le pide que honre esa palabra para el sector más aportante al PBI. Tiene la lapicera. Tiene la oportunidad de marcar un antes y un después. Liberar al campo del yugo impositivo es una decisión que puede acercar a Argentina a la verdadera gloria.
Desde el campo, seguiremos produciendo más y mejor. Pero necesitamos que, esta vez, la libertad nos alcance también a nosotros.
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