¿Menos retenciones en 2026?: la soja se está pagando con una alícuota implícita de entre 17% y 20%
Tras las “retenciones cero”, el mercado de granos quedó desalineado. Los precios disponibles y las recompras alteraron la estructura, y hoy la brecha con Chicago refleja un nuevo escenario: las retenciones implícitas que el mercado ya da por descontadas.
Por Simón Santana, Analista de Mercado de fyo
Luego del esquema de “retenciones cero” que sucedió durante septiembre, el mercado de granos quedó altamente distorsionado.
El alza que sintieron las cotizaciones de la mercadería disponible y las recompras que se dieron en las posiciones diferidas alteraron toda la estructura del mercado. Así, cabe preguntarnos qué refleja el precio que hoy vemos por pantalla en el mercado A3.
Una forma de analizar la situación es al observar la capacidad teórica de pago en el mercado interno que tiene el sector exportador, teniendo en cuenta la mercadería que tiene por vender hacia mayo de 2026, el mes de la cosecha de soja.
Para este cálculo, se toman los precios FOB (libre a bordo) de la harina, el aceite y el poroto de soja, y a ese valor se le descuentan los costos comerciales y de carga a los buques.
LAS RETENCIONES “IMPLÍCITAS”
Desde la perspectiva de las fábricas procesadoras, se deben analizar los precios FOB de los subproductos (harina y aceite) y convertirlos a un valor equivalente en poroto de soja. Esto arroja un valor cercano a los U$S 420 antes de aplicar los derechos de exportación (DEX).
Si a esto le restamos entre U$S 20 y U$S 30, que es el margen de ganancia habitual de la industria durante la cosecha, obtenemos una capacidad teórica de pago bruta (sin tener en cuenta costos de industrialización) de U$S 390, aún sin contar los DEX.
Al comparar este valor con el precio de la soja para entrega en mayo en el mercado a término, que es de U$S 319 (cierre del lunes), se puede estimar una alícuota de derechos de exportación implícita de entre 16,5% y 18,5%.
En el caso de la exportación del poroto de soja sin procesar, el precio FOB es de U$S 390. Si se restan los costos de fobbing, se obtiene un precio FAS teórico (al costado del buque) de U$S375, sin contar los DEX. Aquí, si asumimos un margen de ganancia del exportador en cosecha de U$S 10, la alícuota implícita se situaría en un 17%.
En tanto, una tercera forma de estimar los derechos de exportación implícitos es comparar los precios de futuros para el mes de cosecha en el mercado local (A3) y en el mercado de referencia internacional de Chicago (CBOT).
Mientras el precio de la soja para entrega en mayo en el mercado local es de U$S 319, en Chicago es de unos U$S 411. Si no existieran retenciones, ambos precios deberían ser muy similares, ya que los commodities tienden a converger a un precio único a nivel global.
La diferencia actual, donde el precio local es un 22,5% menor que el de Chicago, puede atribuirse en gran parte a las retenciones que el mercado anticipa.
Sin embargo, es importante mencionar que, debido a la guerra comercial entre EE.UU. y China, la soja estadounidense podría ser más barata que la argentina, lo cual también podría influir en esta diferencia de precios.
En conclusión, en este mercado distorsionado, el precio de la soja a cosecha nunca volvió a reflejar la retención que actualmente rige en el complejo (26% para el poroto de soja y 24,5% para subproductos y aceites).
En cambio, hoy se observa una retención implícita de entre el 17% y el 20%. La decisión de venta del productor estará entonces supeditada a si considera que, al momento de levantar su soja, las retenciones serán iguales o inferiores a las actuales.
Si bien los valores de la soja a cosecha, holgadamente por encima de los U$S 300, eran un objetivo hace unos meses, hoy son una realidad.
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