El trigo y la cebada avanzan en la siembra y fortalecen su protección contra plagas y enfermedades
En el marco de un nuevo Encuentro de Monitoreo de Plagas, Malezas y Enfermedades, FMC repasó los beneficios de su fungicida Fridesa y del coadyuvante Biofusión, y presentó la evolución de su insecticida Coragen.
En Córdoba, se realizó una nueva edición del Encuentro de Monitoreo, organizado por Halcón Monitoreos, donde como es tradicional se abordaron temas clave para el manejo de plagas, malezas y enfermedades.
Asimismo, como es también usual, las empresas proveedoras de fitosanitarios y otros insumos fueron protagonistas entre los más de 1.500 asistentes al evento.
Entre ellas estuvo FMC, que, como parte de su estrategia global de “crecer en el segmento de fungicidas”, habló del potencial de su fungicida Fidresa.
“Es un producto integral que tiene muy buen paquete tecnológico y control de enfermedades, tanto de royas como de todo el complejo de manchas, permitiendo poder alcanzar los potenciales de rendimiento”, resaltó Bruno Rolandelli, referente del área de Investigación y Desarrollo de productos fungicidas, insecticidas y biológicos de FMC.
Además, resaltó que “un paso importante para la empresa es poder entrar a competir dentro de este segmento de alta tecnología, que son las carboxamidas, para cereales (trigo y cebada)”.
Rolandelli precisó que el producto está compuesto por protioconazol, fluindapyr (la misma carboxamida presente en Onsuva, producto de FMC lanzado en 2023 para soja), y se destaca por mantener el compromiso de la empresa con la sustentabilidad y el desarrollo de productos con un bajo impacto ambiental.
En ese sentido, Rolandelli resaltó que Fidresa es “el único producto del segmento de carboxamidas banda verde”.
PROTECCIÓN, A TRAVÉS DE UNA “BIOFUSIÓN”
Por su parte, Juan Caporicci, gerente de Desarrollo Técnico de FMC, explicó en uno de los talleres del Encuentro de Monitoreo los beneficios de Biofusión, “un nuevo segmento de coadyuvantes”, con tecnología que aporta mejor estandarización del tamaño de gota, protección contra la evaporación y la deriva, mayor retención del producto en el blanco gracias a la carga positiva de los liposomas, y una penetración superior en la planta
Caporicci aubrayó que, a diferencia de otros productos del mercado, Biofusión se distingue por su tecnología innovadora basada en la conformación de liposomas dentro de su formulación. Estos liposomas fueron diseñados para encapsular los ingredientes activos en el caldo de aplicación, ofreciendo protección durante todo el proceso.
Asimismo, enfatizó que Biofusión aumenta la eficiencia al minimizar las reacciones químicas e interacciones negativas entre los diferentes ingredientes activos en el caldo, asegurando que estos llegaran al blanco manteniendo sus características originales.
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Ello se traduce en una “dosis efectiva grande”, y que el producto consistentemente demostró un porcentaje de eficacia superior a los testigos comerciales en diversas comparaciones.
De este modo, la formulación de Biofusión, al usar fosfolípidos para formar liposomas, es “innovadora” y no existe otra igual en el mundo, y se condice con una mayor eficacia de las aplicaciones, aseguró Caporicci; quien cerró describiendo a este producto como una especie de “seguro” para el productor, dado que minimiza los riesgos y errores comunes durante el proceso de aplicación.
LA EVOLUCIÓN DE CORAGEN
Por último, además de Fidresa y Biofusion, FMC presentó la evolución de su insecticida líder en el segmento de control de orugas: Coragen.
Santiago Pascual, representante del área de Desarrollo Técnico Comercial de FMC, enfatizó acerca de “un nuevo paradigma” en el control de lepidópteros con el uso de este producto.
Dentro de sus características, destacó la alta potencia de control, amplio periodo de control, fácil aplicación, clasificación como producto banda verde, acción translaminar y sistémica, la rápida detención de la alimentación de las orugas tras la aplicación y la seguridad de su uso tanto para consumidores, usuarios y el ambiente.
También destacó que es fundamental la calidad de las aplicaciones. Debido a que es clave tener una buena llegada al blanco de aplicación (tercio medio de la canopia del cultivo de soja, donde se concentra la mayor población de orugas), la altura y el tipo de aplicación, el horario, los volúmenes, el uso de coadyuvantes, y el tamaño de gota y de pastilla.
También comentó el posicionamiento que tiene Coragen para el control del complejo de orugas cortadoras de suelo, con registro para los cultivos de girasol y maíz, donde para zonas con esta problemática, dicho producto es una excelente herramienta para control de estas plagas aplicándolo en pre-siembra del cultivo.
Finalmente, se mencionó a Coragen Evo, la versión mejorada del insecticida original lanzada en 2024, con una formulación más concentrada (60% de Rinaxypyr frente al 20% anterior), que aporta ventajas ambientales y de sustentabilidad: menor cantidad de producto aplicado, reducción en el uso de agua, disminución de emisiones y menos consumo de plástico en los envases.
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